La llegada de un bebé a casa es un cambio muy grande no solo para nosotros sino también para nuestro perro, y por eso creo que es importante ir preparando al perro para la llegada del bebé, para evitar futuros problemas que puedan surgir si le aparecen los cambios de golpe.
Nosotros ampliamos ahora familia, de modo que desde el momento en que me enteré que venía un bebé, he estado preparando a Hiro para ese momento. Os cuento las cosas que he ido haciendo durante el embarazo, antes de la llegada del bebé.
- Ir reduciendo poco a poco la actividad del perro = fomentar la tranquilidad, la calma y los momentos de relax
En nuestro caso, siendo Hiro un border collie, está acostumbrado a entrenar conmigo habilidades y a las salidas por el campo. Con la llegada del bebé, los primeros meses va a ser difícil mantener ese nivel de actividad con él, de modo que lo que he ido haciendo durante el embarazo es ir reduciendo la cantidad de entreno con Hiro y aumentando los momentos de relax en casa.
Pero ojo! No lo hagáis todo de golpe, tenéis varios meses para hacer este proceso de acostumbramiento a una nueva rutina, de modo que le será más fácil al perro adaptarse que si lo hacemos de golpe.
Qué podéis hacer:
- Cambiar el tipo de entreno –> al estar embarazada, según qué ejercicios no puedo hacerlos (salto a la espalda, rebote..) de modo que los entrenos han pasado a ser cosas simples más de suelo pero trabajadas, e incluso es mi pareja quien entrena con él. Es importante repartir tareas en cuanto al perro se refiere y así si no están acostumbrados es más fácil crear vínculo con ambos para que cuando esté el bebé puedas tener ayuda:
- perfeccionar las diferentes posiciones (sienta, tumba y levanta). Es decir, con distracciones, de espaldas, sin señal gestual….
- habilidades con las patas: cruzar patas, pata coja, arrastrarse, levantar patas, rascar
- actividades de propiocepción: con el disco de propiocepción trabajamos las posiciones y todo el movimiento consciente de patas
- juegos de olfato
- Momentos de relax y masajes –> he introducido más a menudo los masajes a Hiro. Me interesa que cuando llegue el bebé, sea capaz de compartir ese momento conmigo y con el bebé al lado, para que lo asocie a algo bueno.
- Excursión grande una vez a la semana –> antes si podíamos ibamos un par o tres de veces a alguna montaña o a una excursión grande, ahora lo he reducido a un día a la semana. Cuando venga el bebé, me forzaré un día a la semana a hacer una pequeña ruta y que Hiro tenga ese momento de libertad con todos nosotros (que en caso de que no podamos, siempre se puede recurrir a familiares o paseadores caninos, o compensar con estimulación mental en casa).
- La casa para dormir, excepto cuando toca entrenar y pasear –> cuando estamos en casa, toca dormir y descansar. La estimulación vendrá en los paseos y cuando de la señal de vamos a entrenar.
- Paseos de calidad y sin tirones –> Siempre hay que hacer paseos de calidad, pero ahora mucho más. Es preferible hacer un paseo cortito varias veces al día y que pueda olfatear todo e ir tranquilamente. Importante trabajar mucho en esta etapa el que no tire de la correa (en el caso que fuese un perro que solía tirar), por que cuando vayas con el carrito y el perro va a ser un poco caótico si el perro tira de la correa. En los paseos igual, si tienes un mal embarazo, siempre pueden ayudarte tu pareja, tus familiares, amigos y sino recurrir a un paseador canino. Opciones hay.
2. Adaptar la casa antes de la llegada del bebé
Es importante que al menos dos meses antes de la llegada del bebé, esté la casa ya adaptada y cambiada para la llegada del bebé, para que el perro pueda tener tiempo para ver qué es todo lo nuevo que hemos puesto y se adapte a ello. Además, hay otras cosas que podemos hacer cuando ya tengamos la habitación del bebé:
- En mi caso, Hiro tendrá una de sus camitas en la habitación del bebé –> No hay que forzar al perro a ponerse en esa habitación, pero creo que no está de más que una de sus 4 camas que tiene en casa esté en esa habitación por si quiere estar ahí. (pero ahí ya cada uno debe decidir si quiere que el perro entre o no. En caso de que no queráis que entre, hay que enseñárselo en este tiempo antes de la llegada del bebé)
- Positivizar la habitación del bebé –> en mi caso lo tengo fácil, por que la habitación del bebé es la habitación que antes teníamos para entrenar, de modo que si seguimos haciendo algún ejercicio o momento relax y masajes en ese espacio cuando esté la habitación montada, va a favorecer que lo asocie con un espacio bueno para estar.
- No reñir al perro si se acerca a las cosas del bebé –> Es importante no castigar al perro cuando interactue con las cosas del bebé, para que no haga una mala asociación. En nuestro caso, tendremos una mini cuna en nuestra habitación, y justo va en uno de los rincones donde duerme a veces Hiro. En este caso, si Hiro decide ponerse debajo de la cuna, olfatearla, ponerse a un lado, es libre de hacerlo, tiene que buscar él su hueco donde se sienta cómodo y a gusto.
- Mantener un espacio seguro y lejos del bebé –> Aunque queramos que haya buen ambiente y buena relación entre nuestro bebé y el perro, es importante que tenga sus espacios donde refugiarse si se siente agobiado por los llantos o no tiene ganas de estar ahí. Nosotros seguiremos teniendo el transportín en nuestra habitación, y seguirá teniendo otras dos camas en dos espacios diferentes de la casa donde pueda refugiarse siempre que quiera.
3. Cambio de rutinas nuestras antes de la llegada del bebé
Aunque hasta que no llegue el bebé, no voy a saber exactamente qué es lo que voy a hacer durante el día (me voya tener que adaptar al bebé), si que no está de más por lo menos un mes antes, empezar a hacer ver que realizo algunas rutinas como si el bebé estuviese en casa:
- Pasear con el carrito –-> puede parecer una gilipollez, pero creo que es útil pasear con el carrito y el perro para que se vaya adaptando al paso, a no tirar, a tener el carro cerca. Si vamos solos a pasear algún día, tendremos que aprender a manejar el carro y llevar la correa a la vez y parece fácil, pero cuando se va a un árbol a hacer pis, cuando va a saludar a un perro, etc, pueden ser movimientos bruscos que ambos tenemos que aprender a gestionar. Además, tiene que aprender que no va a poder saludar a todos los perros (en nuestro caso esta parte la tenemos trabajada, pero creo que repasarlo con el carrito al lado no está de más). El hecho de hacerlo un mes antes sin el bebé, nos va a permitir ver si se adapta bien al paso sin cruzarse y enseñarle en caso de que no sepa, y va a evitar algún susto al no ir el bebé en el carrito aún.
- Dedicar tiempo al bebé –> Como tendremos la mini cuna al lado de la cama, pondremos de momento un muñeco y haremos algunas “rutinas” como cogerlo, acunarlo o tumbarme con él, para que el perro vaya viendo que eso va a ser el día a día. De verdad que puede parecer una estupidez ir por la casa con un muñeco en brazos, pero considero que todo lo que vaya viendo el perro con anterioridad, nos va a favorecer luego cuando el bebé esté en casa, por que ya lo va a ver como lo más normal del mundo. No es lo mismo que tener un bebé en brazos, pero puede ayudar.
- Acostumbrar al llanto del bebé –> Es un sonido que puede estresar al perro, y por ello, nosotros pondremos sonidos de llantos de bebé durante algunos momentos del día para que los vaya escuchando antes de la llegada del bebé. Aunque realmente no es lo mismo, y puede no hacer nada, también puede ayudar. Como hemos dicho, el perro debe tener sus espacios tranquilos lejos, para poder alejarse de estos llantos cuando le molesten.
4. Otras cosas que podemos hacer para ayudar al perro a adaptarse:
- Adaptil o Pet-Relax–> Nosotros, un mes antes de la llegada del bebé compraremos estas feromonas (adaptil) o pastillas naturales tranquilizantes (pet relax) para que ayuden a Hiro a estar un poco más relajado en casa cuando ya se va acercando la hora y va habiendo más movimiento en casa. [Al final compramos las pastillas, y le van fenomenal]
- Cambiar comportamientos que no queremos que haya cuando llegue el bebé –> comportamientos normales que el perro siempre ha tenido, es posible que con el bebé ya no queramos que lo haga, como por ejemplo, dormir en nuestra cama, saltar encima nuestro cuando llegamos a casa, etc. Así pues, antes de la llegada del bebé hay que darles herramientas para redirigir esa conducta a otra que sea más adecuada, y no esperar a que llegue el bebé.
Estas son las cosas que he empezado a hacer antes de que nazca nuestra pequeña. Espero que os sirvan para adaptar a vuestro perro a la nueva situación.
En el siguiente post, os contaré qué hacer cuando ya llega el bebé a casa (presentaciones, rutinas, y cómo vamos adaptándonos todos al nuevo miembro de la familia)
Recordar siempre que no todo funciona para todos los perros. En nuestro caso, Hiro es un perro con un punto de inseguridad, un poco celoso y reactivo con algunos perros y eso hay que tenerlo en cuenta.
Ante cualquier duda, SIEMPRE acudir a un educador canino que os pueda guiar en el camino👌🏻
Adriana Rivilla.