Hay varias premisas muy importantes a tener en cuenta que pueden ayudar a evitar un poco estas situaciones de celos:

1. Incluir al perro en la vida diaria familiar, es decir, no por que venga un bebé, hay que dejarlo de lado, al contrario, si podemos hacerlo partícipe de algunos momentos con el bebé, estaremos asociando al bebé con algo muy positivo como es el sentirse parte de la familia (por ejemplo, las sesiones de masajes o mimos que os comentaba en el post de “durante el embarazo“, no está de más hacerlas por ejemplo mientras tienes al bebé en brazos sentada en el sofá, o mientras estás amamantando/dando el biberón, y que no solo tiene que venir de ti, es un buen momento para estar la pareja, el bebé y el perro)

2. Atender a sus necesidades. El perro esté el bebé o no va a necesitar sus paseos, juego, su estimulación mental y física, y es importante no olvidarse de eso. En el anterior post comentado en el punto 1, ya os comenté de reducir con anterioridad ese tiempo que le dedicamos, para que se acostumbre y así cuando llegue el bebé no sea algo nuevo y “por culpa” del nuevo miembro. Eso evitará también estos “celos”

3. Naturalizar la llegada del bebé. Intentar no hacer cosas raras, ni fuera de lo común, sino que sea algo lo más natural posible, sin apartar al perro de la vida diaria.

4. Anticiparnos a posibles situaciones. A las visitas de casa por ejemplo, que cuando nazca el bebé vendrán seguro, no está de más trabajarlo como un ritual. Yo por ejemplo estoy trabajando mucho todo este proceso:* Cuando llega la visita a casa, saludar sin saltar y sin ladrar, así que Hiro coge un juguete suyo (por que le ayuda a gestionar esa emoción), saluda a la persona un segundo y se va a su sitio (él cogió esa rutina de saludo hace años, por que me tumbaba con él en su cama para darle mimos) para que lo terminen de acariciar ahí.*Es importante que todas las personas que vengan a casa, no pasen del perro, sino que lo saluden primero para que se quede tranquilo y luego ya podrán saludar al bebé. De este modo será más fácil que el perro se sienta parte de la familia.

5. Cambio de rutinas antes de la llegada del bebé. En el post que os comentaba, tenéis explicados los posibles cambios, que van a ayudar a que el perro lo vea natural y no tenga la necesidad de llamar la atención cuando llegue el bebé.