Miedo al ASPIRADOR

A ningún perro le gusta el aspirador, pero los hay que incluso les tiene miedo. Nunca podremos llegar a positivizar el aspirador (por que nunca será algo agradable para el perro), pero si podemos ayudarlos a tolerarlo o a que no les de tanto miedo. 

Qué tener en cuenta

Antes de empezar hay que tener claros unos puntos:

    • Nunca forzar al perro.

    • Empieza a trabajarlo de forma progresiva, no cuando toque aspirar. Ahí busca un lugar seguro para tu perro o que salga de paseo mientras otro aspira la casa.

    • Ir siempre a su ritmo y si veis que hay algún momento en que se asusta o se bloquea, deberéis volver unos pasos atrás.

    • No es un proceso de un día, se requiere tiempo y cada perro necesitará un tiempo diferente.

    • No hay necesidad de aspirar cerca del perro. La tolerancia que buscamos es simplemente para que no lo pase mal y pueda verlo a distancia.

¿Cómo trabajamos la tolerancia al aspirador?

Tanto si tienes un cachorro como si tu perro ya tiene miedo al aspirador, los pasos a realizar desde un inicio son los siguientes, pero cada uno empezará donde crea conveniente y hará algunos pasos y otros no, según el perro que tenga.

Ten en cuenta que a veces no será necesario hacer nada (sobre todo con cachorros), ya que el simple hecho de no aspirar cerca, de verlo a lo lejos y ver que no pasa nada malo, puede ya servirle para tolerar ese aparato. Dependerá de cada perro.  

1. Empezar haciendo juegos de olfato cerca del aspirador pero con éste apagado.

2. Poco a poco, puedes probar a colocar el aspirador en otra zona de la casa, y seguir con los juegos de olfato alrededor (alfombra olfativa o simplemente lanzar premios alrededor del aspirador)

3. Realiza juegos de olfato mientras a cierta distancia mueves el aspirador (sin estar encendido): levantarlo, moverlo hacia delante y hacia atrás….primero muy despacio y poco a poco con más normalidad.

4. Una vez el aspirador sin estar encendido no supone un problema para el perro, podemos pasar a trabajar el sonido. Puedes ofrecer un masticable o hacer juegos de olfato en una estancia de la casa, y encender el aspirador en otra estancia de la casa, para que no sea un sonido tan fuerte, tan cerca. 

5.  Poco a poco puedes ir reduciendo distancia a medida que pasen los días. No quieras correr mucho. Lo ideal es que el perro tenga un espacio seguro donde no pasará por ahí el aspirador, así se sentirá seguro y será más fácil que tolere el aparato. 

Recuerda que es posible que le siga teniendo miedo al aspirador, pero debemos intentar ayudarlo a gestionar mejor estos miedos y a no pasarlo tan mal. Piensa también que podemos enfocarlo de dos formas diferentes: teniendo en cuenta las emociones del perro y por tanto trabajarlo de forma muy progresiva intentando que sea lo menos estresante y negativo posible, o sin tener en cuenta las emociones de tu perro, y forzarlo a estar ahí quieto mientras aspiras aunque lo pase mal. TU DECIDES cómo ayudar a tu perro. 

Sobre todo siempre siguiendo el ritmo del perro, respetando su comunicación, y sesiones cortitas inicialmente para evitar que se estrese y se agobie. 

Adriana Rivilla

Sobre Educación canina

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